Escribanos de antaño y artesanos
asomando sus lenguas entintadas,
en papeles con las barbas perfumadas
tras el arrullo de sus tenues manos...
Cual arado fuese por tierras labradas,
de las mentes sabias, ¡ del prodigio humano !
Una idea, un apunte, un verbo...Y la palabra...
caminan sin patas, por la mesa recia,
donde "el velo gris" la memoria alcanza;
y cientos de sueños , vuelan, serpentean,
en su dulce vuelo, ¡ el cerebro alcanza todas las ideas !
Y cual semilla negra, la pluma lo planta.
El tintero inerte, dormido, en silencio...
Impasible espera que roan sus entrañas,
y voraz la pluma, por el campo yermo...
¡ con diente afilado presto a la matanza !...
Que cual sangre fuese ¡ devora al tintero !
Después, garabatos dejan de ser mudos,
pasando a altaneros,
trabajo paciente, forjado con letra artesana
el noble escribano sabe que mañana...
Verán otras mentes las letras plasmadas,
pues solo un buen libro es la medicina
que consumen siempre mentes avispadas,
la que el ignorante, ¡ ni siquiera mira !
Mañana, "el probador" correrá sus cortinas,
y el autor verá su obra recién estrenada
hay tallas para todos, ( SE IMAGINA )
pero la fama también huye acelerada,
y el buen escribano, fin en su jornada...
Se quita las mangas y se marcha a casa.
ACLARACIÓN: Los escribanos, o también llamados escribas, eran aquellos
que se dedicaban a lo que su propio nombre profesional dice: Escribir, nunca
fueron autores de nada, recurrían a ellos, autores que no sabían escribir pero
si tenían "sus sueños", así que al dictado lo redactaban, mientras e escribano
lo pasaba a escrito, algunos autores sabían escribir, pero muy mal en la calidad
de sus letras con faltas ortográficas, y le daban el trabajo a El Escribano.
Este poema no es perfecto, contiene asonancias, pude en su día "arreglarle"
pero me sonó también que incluso esta tal cual en la página 63, en mi libro
Mariposas de Papel. Es un homenaje a esos hombres, que de no haber contado
con su escritura, la Literatura hubiese perdido, por ejemplo: Los incunables,
amén de otras grandes obras inmortales, y que nunca se les pagó lo suficiente,
el merito fue siempre para el autor, a ellos va dedicado con todo mi cariño y
mi respeto. ISBN:13-978-84-15749-39-4 ( Depósito Legal: M-30940-2012)
Autor: Isidoro Gómez González. Quedan reservados todos los Derechos.