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miércoles, 29 de abril de 2015
¡ REGALO DEL CIELO !
Toda su "funda", es amor
¡Mí niño recién nacido!
el gran lucero encendido,
que alumbra en un derredor.
Esa carita rosada
esa diminuta mano,
ese cuerpecito enano,
esa inocente mirada.
Es por entero ¡Mi vida!
el camino a mi existencia
respiro por su presencia,
a la cual estoy cosida.
Mas bonito que ninguno,
acurrucarte en mi pecho...
¡Lo mas grande que haya hecho!
En la tierra, hay solo uno.
Y cuando su llanto escucho,
mis brazos cual algodón...
enroscan al corazón,
sus latidos, que arrechucho.
Al ángel que lo custodia,
le ruego con devoción,
que si un día le falto yo...
¡Lo arrope en eterna gloria!
Isidoro Gómez González.
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Bellisimas palabras! Felicitaciones! Un saludo
ResponderEliminarCuanta dulzura nos regalan estas criaturas...¡FELICIDADES!
ResponderEliminarMuy bello y tierno.
Un abrazo. Isidoro.
Isidoro, no puedo comentarte en la comunidad, me sale un letrero en rojo, donde me dice error, lo he intentado varias veces sin éxito...
ResponderEliminarMuy lindo ,felicidades !
ResponderEliminarMuy bello poema a un hijo. Un abrazo
ResponderEliminarComo el amor de madre, ninguno, es el amor más grande que existe y que no sólo es propiedad de los humanos, porque la mayoría de las madres de cualquier especie animal lo sienten. Y es que sin ese amor, la supervivencia de los pequeñuelos se vería muy pero que muy comprometida. Las madres nos dan la vida al nacer, y con su amor nos la continúan dando, al protegernos. Muy bello tu homenaje a las madres y a sus hijos, perfecto para estas fechas, Isidoro. Besos desde las Asturias, jeje.
ResponderEliminarNo hay amor más grande y desinteresado, el de la madre... Precioso poema, estimado Isidoro!! Un abrazo amigo...
ResponderEliminarRueda una impertinente y caprichosa lágrima, cual rosa!
ResponderEliminarBello canto, a la única!
Rueda una impertinente y caprichosa lágrima, cual rosa!
ResponderEliminarBello canto, a la única!
Rueda una impertinente y caprichosa lágrima, cual rosa!
ResponderEliminarBello canto, a la única!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa fuerza, belleza y heroicidad de una madre no tiene comparaciòn alguna!
ResponderEliminar¡Que bellas son tus palabras, Isidoro! Gracias por tan hermoso y merecido homenaje. Saludos.
Increiblemente tierno, gracias.
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