EL AGUADOR

Aferrado a la soga el aguador
"reptil espinosa cual eriza",
infringe fiera y brava su dolor
a manos flageladas su paliza,
al fin emerge el cubo por brocal
hinchado con las tripas anegadas,
resopla en sonrisas el chaval
al ultimo esfuerzo a bocanadas.
Y el agua diamantina de cristal...
Mitiga sudorosa "la aventura"
refresca las heridas cual zarzal,
regandole a la par su calentura,
después tras el descanso merecido,
el liquido, al botijo lentamente,
destino al segador entumecido
que mudo en el calor, es penitente,
divisan al muchacho...¡Angelical!
tesoro trae al fuego de su vientre,
lo abraza en ansia fiera al buen chaval
quien no reprime sonrisa grandemente,
sabiendo que su oficio no es banal
es bálsamo aferrado hacia la frente,
de aquellos en dolor descomunal,
pioneros son del pan...¡Eternamente!

Isidoro Gómez González
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MÍ HADA

Huyó la oscuridad en esta mente
entraste ¡Majestuosa, divina luz!
Un hada Dios regala al penitente
hereje del amor, que creyó cruz
y solo...¡Ni caminar puedo!
Si no es pegado a ti, cual fuese alud.

Eres mi religión, doctrina, y credo,
regalo a un corazón, ¡Antaño impío!
cada segundo amarte, me da miedo...
Que sueñe en la vigilia...¡Y sea un vacío!
Pues suerte, jamas tuve en el amor
desierto de sentidos, ¡Tan baldío!
Maestro soy en clases del dolor,
abrázame muy fuerte ¡Amor mío!
Mientras beso de tus fresas el sabor,

deseo gastar la vida, solo contigo,
incluso tras las Parca no hay dolor...
Pues tengo mi novia eterna por abrigo,
gracias dulce ninfa por amarme,
gracias niña mía por quererme,
gracias ¡Vida mía por aguantarme!
Gracias por dejarme solo verte.

Isidoro Gómez González.

O R G A S M O

Arrecian estos dolores amorosos

aflorando la pertinaz testosterona

rapaces los labios, ¡Feroces ansiosos!

Rebuscan tu lengua, ¡Néctar sabrosona!

el desea tu cuerpo, en impetus rabiosos,

aun amamantando, te entregas y donas,

su mar tan lechoso...¡Desborda y derrama!

en rítmicos gozos, una cabalgada,

aun recién parida...¡Deseas esa "rama"!

huérfana en paciencia, entra en la hondonada,

ante tus jadeos, de mujer tomada,

¡Y ya nada importa la "nueva preñada"!

las lenguas danzando, melódica balada

de repente...¡Espanto puebla la alborada!

ocurrió...      ¡Hace tanto...!

que solo en tu mente, se quedó enquistada,

loca de un amor... ¡Psiquiátrico y llanto!...

no lo superaste ¡Jamás dulce hada!

Isidoro Gómez González

LA LUNA PREÑADA

Noche de cielo dilatado
la luna, útero fecundo,
algún lucero te ha preñado
fugaz... ¡Tan solo en un segundo!
que de menguante a nueva,
has maquillado,
diminuto eclipse, hilvanado lleva,
el astro infeliz queda humillado,
burbuja universal,
el mar hirviendo la marea
esfera referencia terrenal,
de amor resplandeciente...
¡Que ahora es brea!

Isidoro Gómez González

Oda al segador

.
Llegando con fragua airada,
el astro impiadoso y fiera
no repara un ansia entera;
abrasando en bofetada,
dora indefensa cebada
a gloria del labrador,
se prepara, segador
lesionando gravemente,
los granos de la simiente,
al silo llega el sudor
copioso surca su frente,
el fruto a tan gran labor...
Bienestar de tanta gente
¡A tanta dicha...Señor!
Digno púes de agradecerle...
Las madrugadas de Albor,

letras he de concederle

¿que menos a su dolor?

que "casi nadie" repara en verle,

en cambio con el sabor...

De la cerveza en la mente,

¡Sentados ante el confort...!

Que agradable uno se siente,

algunos... ¡Hasta mejor!

Pues la vergüenza la pierden,

avaricia en tomador.

¡Al menos que te recuerden!

(A ti mí buen segador)

ISBN 13: 978-84-15749-39-4
Depósito Legal M-36940-2012
Isidoro Gómez González.

¡ ESPÉRAME MÍ VIDA !

Tengo manos de sarmientos rotos,
aradas, regadas. en buscarte
entre los juncos jorobados,
¡Amor, amor, amor, amor!
Grito, con ansia inacabable y fiera,
mientras me mira una golondrina,
que recoge barro del arroyo
hoy el cielo esta plomizo
llora lagrimas amargas,
hace frío amor, hace frío,
me fumo un cigarrillo aquí
en el musgo de la piedra,
huelo tu perfume ¡Vida mía!
¡Hola mi cielo, hola, hola!
creí que te habías ido...
Que susto me has dado,
mí preciosa niña, aguarda...
Espérame, ya te alcanzo cielo
dame un beso ¡Mí princesa!


-Carta encontrada junto al arroyo donde murió una bella joven-
¡El jamás fue encontrado! Aunque cuentan los ancianos del lugar
que en días de neblina y frío, el arroyo despide vapor de olor a tabaco-