He naufragado en tus dunas,
asciendo febril hacia la cima,
ansiado en dos oasis nectarinos...
¡Dios que placer...!
calmar esta sed fiera,
mas al sur...
Diviso la boca desdentada,
de un volcán apagado;
la esperanza renace,
observando el "desfiladero",
un ultimo esfuerzo, (Me digo).
Tras tortuosa y febril batalla...
Cosido ojo de cíclope...¡Nada!
Yermo y seco;
esta insaciable sed no se calma,
prismático en mano, desorientado...
Un bosque de ébano,
me aferro a las ultimas fuerzas,
ya casi en la extenuación...
Alcanzo ¡Por fin la arboleda!
¡Bendito seas destino!
Un torrente de finísima agua,
placentera y dulcisima,
no caminaré ¡Jamás!
anclado quedo aquí,
para morir de amor...
en tu manantial ¡Vida mía !
Mañana déjame que te posea...
No digas nada. besame, besame, mucho...
¡Mi mundo, mi atmósfera mi tierra!
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-Isidoro Gómez González-
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